domingo, 26 de marzo de 2017

Playa de otoño



Un verano fugaz
que sólo duró hasta septiembre.
No lo vimos llegar
y pasó sin despedirse.
Nos lo debimos beber
de un sorbo.

Y supongo que fue parecido
a tantos otros,
con un sol imperioso
llenando las playas de gente,
la inmovilidad de los días
(días de luz extensa)
bajo su tiranía de calor,
alguna que otra tormenta
palideciendo la alegría de los bañistas,
tardes de agradable melancolía
y noches de ensueño…

Escribo estas letras desde una playa vacía,
abandonada ya
a la suerte del otoño;
una playa que tiene algo de cine clausurado,
en el que ya se proyectaron
las escenas aquí rodadas.