martes, 22 de noviembre de 2022

Escribir la lluvia

 


Llueve en la ciudad

y, en el interior de tu alma, la lluvia

deslíe las palabras de tus versos:

escribes como en sueños

o quizá sueñes que escribes poemas.

Y, en ese estado de subconciencia,

llueve y sigue lloviendo

sobre el espacio y el tiempo:

demasiados sueños

como para poder dormir,

demasiado sueño

como para estar despierto…

Si en realidad durmieras,

¿quién podría asegurar que no escribieras?

 


martes, 1 de noviembre de 2022

Beber la sed

 


Se apaga la luz

y lo que brilla es la oscuridad.

En su silencio habita todo el ruido del mundo.

Por eso, mientras todos duermen,

sólo tu insomnio está despierto.

Uno no elige no dormir

como uno no elige estar loco:

es una bala que se abalanza sobre ti

para impedirte el descanso.

Tu locura no necesita reposar,

se alimenta precisamente del cansancio.

Cuanto menos duermes, más crece,

como una inmensa bola de nieve:

hace frío en todo lo que piensas,

pero tú estás ardiendo,

y no haces otra cosa para calmarla

que beberte su sed.