Recorrer otros universos, experimentar
otras existencias:
la lectura es un castillo de espejos
al que miramos
para aprender cosas de nosotros mismos;
una ventana abierta al mundo
por la que mirar es asomarse a nuestra
entraña.
Encerrados en el tamaño ínfimo de un
libro,
en la ciudadela íntima de nuestro
interior,
somos viajeros de los espacios
infinitos.