martes, 30 de julio de 2019

No te quites el vestido



No te quites el vestido
o ya no podré imaginarte desnuda.
No descubras el enigma,
deja que invente tus mapas.
Castígame con el placer aún no vivido,
ese infierno que es el paraíso
de lo previo, ese instante
en el que ya se goza de lo que todavía no
se posee: tu cuerpo oculto
bajo una niebla a punto de disiparse.
Vive en tu vestido la seducción
y mi lujuria: no me quites
la tentación, no me dejes sin futuro.
 
 

martes, 23 de julio de 2019

Mi nombre es nadie



La falta de ganas de vivir no basta
para tener ganas de morir.
Michel Houellebecq.

Nada es lo mismo desde que todo es igual.
Porque hay contiendas que empiezan
para no acabar. En la medida en que se enquistan,
dejan de existir: el conflicto entra en bucle,
la repetición deja de ser noticia y los días
van cerrando un círculo perfecto alrededor
de sí mismos, dibujando un tiempo definitivamente
clausurado, un mundo en el que “mañana”,
en toda su magnífica e inútil extensión,
ya no significa nada; en el que tú mismo,
si alguien te preguntara quién eres, contestarías,
como Ulises a Polifemo: mi nombre es nadie.
 
 

miércoles, 17 de julio de 2019

Más allá



Se agota la vida de todas las cosas cerradas,
y crece sola la vida de todas las cosas de fuera.
Ray Loriga.

Dentro hay un mapa sin tesoro;
fuera, un tesoro enterrado sin un mapa para encontrarlo.
Cruzar ese umbral
no es más y es nada menos
que dar un paso,
más allá del cual está la explicación del universo,
el misterio de tus sueños y pesadillas.
No sabes si quieres ir,
pero en todo caso sabes que no puedes evitar ir;
así que dejas de ser
quien quiera que hubieras sido
y sales del territorio cercado de lo propio
a buscar el infinito,
ese otro lado tan atractivo como turbador,
porque el deseo y el miedo van tan juntos
que resulta imposible separarlos:
el miedo a morir es el deseo de vivir…
 

 

martes, 9 de julio de 2019

Mi jardín del silencio



A mi amiga Mae.

Voy al mar a alejarme de mi ego.
Ante él, todo mi ser enmudece;
sólo puedo mirar, perder mis ojos
en su vasto azul, que ondea
como una bandera con la insignia de Dios.
Miro, y no alcanza la mirada:
el horizonte se distancia
hacia una lejanía inconcebible.
Entonces cierro los ojos
para pensar que el mar existe
sin necesidad de que nadie lo mire,
como el cielo y sus estrellas.
¿Qué es un hombre en el éter de la Divinidad?
 

 

martes, 2 de julio de 2019

Rompecabezas



Escribir no es un oficio, sino una necesidad, un destino.
Rafael Narbona.

Avanza el poeta entre tinieblas,
con la mirada atenta
a cualquier atisbo de luz
en medio de su penumbra existencial,
ese enorme campo abierto
entre piezas que no terminan,
ni terminarán nunca, de encajar.
Toda su poesía se sustenta
en esa voluntad y en esa incapacidad,
en ese deseo irreversible,
incurable, sin remedio,
que se alimenta de su imposibilidad de ser colmado:
el enigma le constituye;
descifrarlo quizá le destruiría.