martes, 30 de abril de 2019

Paisajista



Con el tenaz afán de cada mañana,
como quien cumple
su natural y apasionada vocación,
el sol
coge su lienzo en negro de cada noche
y en suaves pinceladas de luz
vuelve a pintar el mundo de colores.
 

 

martes, 23 de abril de 2019

El instante o la eternidad



Nada resiste tanto como lo provisional
(André Maurois)

En qué consiste la belleza de un instante
sino en su fugacidad,
en la imposibilidad de atrapar su naturaleza
incesantemente transitoria,
transformada de inmediato por otros instantes
que fluyen y cambian y desaparecen
en la forma inmóvil de la eternidad.
Porque nada resiste tanto como lo provisional,
el instante se eterniza, tejiendo
un labrado de sensaciones esfumadas,
de rostros desvanecidos, de sueños fugitivos
pero infinitos, majestuosamente inmortales.
 
 

martes, 16 de abril de 2019

El camino como morada



Camina el poeta para serlo.
Escribir es, de hecho,
estar ya en otro lugar.
Quizá, porque como decía Kafka,
es muy largo el trecho que va
desde la cabeza a la pluma.
Nunca llega: inacabablemente
pierde pie hacia otra extrañeza,
siempre a medio camino
entre lo olvidado y lo desconocido,
entre los recuerdos inventados
y las vidas no vividas.
Es el poder seductor del extravío,
la necesidad de existir allí
donde nunca estará.
Halla algo parecido a un hogar
en esa intemperie,
como si, cuanto más otro,
más sí mismo se sintiera.
 
 

martes, 9 de abril de 2019

Algo más



Bien sé que no,
que no entendí tampoco
ese día el mundo,
o el sentido de la vida.
Y, sin embargo, por qué
- ¿fue el momento, fue la noche
o el enjambre de sus estrellas? -,
mirando aquel cielo de verano
me pareció advertir
algo más que aquella oscuridad
llena de parpadeos,
sin saber qué, pero sabiendo
que al fin lograba ver
lo que se marchaba sin revelarse.
 

 

martes, 2 de abril de 2019

Papel mojado



Escribir sobre el tiempo
es como escribir sobre el agua.
El tiempo lo destruye todo implacablemente.
Josep Pla.

Escribía como pensando
que las palabras eran más que palabras,
porque la fe consiste en creer
en aquello que no se ve.
Mucho ha llovido desde entonces,
tanto que la lluvia y el tiempo
comenzaron a ser la misma cosa:
papel mojado o quizá palabras
que eran sólo palabras y ahora quedan
atrás, en la vaguedad de la tiniebla.