Desnudo, hasta haber
perdido
carne, hueso y toda
consistencia.
Jacques Rigaut.
Porque nada
tienes,
de todo te
adueñas:
eres las
montañas,
las playas,
el viento;
eres los
pájaros,
la noche,
los desiertos;
eres las
nubes,
las
estrellas, el silencio;
no eres
nadie:
eres la
armonía del mundo,
el baile del
universo.