martes, 24 de marzo de 2020

De pronto



El niño que no mira, tiene los ojos tapados con las manos. Cuenta hasta tres y nadie se ha movido. Vuelve a taparse los ojos y cuenta hasta tres más deprisa, pero nadie se ha movido. Sin embargo, el niño que no mira, cuando mira, ve a los otros niños cada vez más cerca, una y otra vez, hasta que ya casi los tiene encima. 
Ray Loriga.

De pronto,
un cierto frío
nos recuerda
una ausencia
y hay un incendio
en el paisaje
que vuelve ceniza
la luz. Ya
se oye el aullido
de los lobos.