Algunas de las cosas que ocurren,
en cierto sentido, nunca suceden:
van más allá de la experiencia,
pues la propia vida se despeña por
sus límites,
como parpadear y, al abrir los ojos,
estar lejos, o en todas partes y en
ninguna,
pero sin salir de nuestra
imaginación,
donde cabe el mundo entero
y aún hay espacio para más.