martes, 14 de mayo de 2024

Destino

 


Nos señalas direcciones con tu brújula desnortada,

nos zarandeas con el ímpetu de tus arrebatos

y, en ocasiones, nos dejas yacer en el hastío.

Sin otra alternativa que condescender

a la frivolidad de tus caprichos,

vamos franqueando las trampas

en el desconcierto de tu laberinto sin salida,

a sabiendas de la imposibilidad

de hurtarse a tu red, de zafarnos de los hilos

con que nos juegas a marionetas

con tus manos siempre peligrosas,

como si fuéramos las fichas del azar que te entretiene.

Nadie puede derrotarte, nadie puede

acabar contigo, porque abatirte sería matarnos,

y ése habría sido también nuestro destino.