martes, 9 de octubre de 2018

Cerca de Dios



A mi amiga María Mayorga

Una mano cautiva, la tuya, se desprende,
arrancándose del curso de los acontecimientos,
y te lleva al bosque a pasear.
Es hermoso caminar sin lugar al que querer llegar,
mientras sientes cómo el aire fresco y puro
va abriendo tu mente, devolviéndote tu nombre
y tu voz, tan llena de poemas.
Oyes, al tiempo, el compás que dicta,
latiendo apasionado, tu propio corazón,
que parece saber que nunca se está más cerca de Dios
como cuando se respira en plena Naturaleza.