martes, 18 de junio de 2019

La promesa



La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque
aún no ha tocado el suelo.
Dylan Thomas.

Una vida construida no alrededor de la felicidad,
sino de la promesa de la felicidad.
Como todo el mundo sabe,
lo mejor de una fiesta es su víspera;
una vez comenzada la fiesta,
la fiesta, en verdad, ha terminado.
O, dicho de otra manera, cualquier sueño es mejor
que todo lo que pueda pasar.
Uno sueña no para que se cumpla el sueño,
sino para soñarlo, porque
la ilusión de aquello que puede venir
siempre será superior a cualquier cosa que venga.
Es el triunfo de una utopía:
no poder alcanzar sino su periferia.