martes, 10 de septiembre de 2019

Zas



El fin del mundo fue un acontecimiento banal.
El Roto.

Lo ordinario y lo fatal bailan juntos
sin juntarse jamás:
como si no te pudiese caer una cornisa en la cabeza,
todos los días sales por la mañana
a comprar el pan.
Todos los días es todos los días;
y, de pronto, igual que una bota
aplasta una hormiga sin darse cuenta,
zas, nunca más,
como si el fin del mundo
fuera un acontecimiento banal.