Duele, duele ver la vida pasar, verla alejarse como un buque entre la niebla
A mi amiga Mae.
Vivir sin prisas
entre playas, como el viento
se anda por las ramas, celebrando
la sencillez de su paraíso elemental,
donde el tiempo se dilata hasta adquirir
una aparente inmovilidad, casi
una prefiguración de la eternidad.