martes, 5 de marzo de 2019

Escribir la lluvia



Llueve mientras escribe,
o en otra disposición:
mientras llueve, escribe.
Lo cierto es que siempre
son esos dos factores y no otros:
lluvia y escritura.
En algún momento le bastó,
desistió de explorar más,
comenzó a vivir
fuera del juego. Lo prefería
así: con su lluvia
y sus poemas; porque el poeta
ve la lluvia aunque no llueva,
y oye su ruido incesante,
siempre de fondo, indistinguible
del silencio, como las palabras
que escribe, como la lluvia
que, si no existe, la inventa.