martes, 19 de marzo de 2019

Resurrección



Apágame los ojos: puedo verte; 
ciérrame las orejas: puedo oírte; 
y sin pies puedo andar hacia ti, 
y aún sin boca puedo invocarte.
(Rainer Maria Rilke)

Hay una luz que se esconde
para que la busquemos
en lo más oscuro de la noche
y, allí, abramos el infinito
de nuestros ojos hacia una aurora
de otro mundo, cuyo sol sagrado
es la faz sonrosada de Dios.