martes, 6 de marzo de 2018

El truco



El truco de la vida quizá sea no conseguir nuestros sueños.
Pongamos que uno desea, con todas sus fuerzas,
escribir una novela. Basta entonces pasarse el día
no escribiéndola para que el deseo de escribirla aumente.
Y, de vez en cuando, trazar en el papel algunas frases,
no muchas. Quien se obceca en saciar su anhelo
acaba secándolo por completo. No hay que llegar al objetivo,
sino viajar hacia él, de modo que la belleza radique en el camino.
Sucede con todo: la llama del amor está más viva que nunca
cuando dos amantes no se ven y así se echan de menos.
Tal vez la clave esté en no conseguir lo que queremos,
en no alcanzar nunca el horizonte de nuestras metas,
pues es en el movimiento hacia ellas donde reside
el grado máximo de ilusión, de expectativa, de sugerencia.