Espera que algo llegue
y déjate llevar de su mano.
Fernando Ferreró.
En el frío de la oscuridad,
aferrados a la espera callada,
a la incertidumbre de un relámpago,
ese impalpable pájaro de luz
que, durante un instante entero,
con sus horas y milenios,
cruza la noche igual que una pregunta
que sólo encuentra confirmación a
nuestras dudas,
tan insignificantes y enormes
como la Tierra o el milagro de la
vida
flotando en un vacío lleno de
estrellas.
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